NO SOY SUFICIENTE
No soy suficiente. No soy suficiente. No hago lo suficiente. No hago lo suficiente. No puedo más. No puedo más... ¿Te suena familiar?
¿Sí? A mí también, y a tu amigo también, y a tu jefe también, y probablemente a la persona a la que más envidias también. Y probablemente exista alguien a quien no, pero la gran mayoría vivimos en este bucle de pensamiento.
Hemos creado la sociedad de la producción masiva. Vivimos permanentemente haciendo cosas. Cuantas más, mejor. Cuanto más cansado voy, mejor. Y si no, nos sentimos sin valor. Me encantaría deciros que esto es solo un pensamiento y que si lo cambias estarás bien, pero la realidad es que hay algo de esto. Todos nos forzamos los unos a los otros a seguir produciendo, a seguir ignorando nuestras necesidades.
Como entenderéis, la gente no lo hace queriendo. La mayoría de las personas creen incluso que te están apoyando, porque ellos también viven contaminados por el mismo bucle. Escuchas comentarios como: "Mira qué aplicado, estudia y trabaja", "Qué bien que trabajes tanto, eso es que te van a ir bien las cosas", "Eres joven, no pasa nada por no dormir mucho" y "Están muy difíciles las cosas, vas a tener que sacrificar muchas cosas para trabajar".
¿Qué clase de mensajes estamos mandando a las personas?
Hay que revisar nuestras creencias, reordenar nuestros valores, priorizar las personas y actividades que nos hacen sentir bien. Aportar y contribuir a la sociedad, no desde el egocentrismo de lo que yo necesito, ni desde la cultura de cuanto más mejor, sino desde la verdadera conexión con los demás y nuestro entorno.